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Tornavacas
(871 m)
-----------Jarandilla de la Vera
(585 m)
Duracion Estimada: 8 horas y treinta minutos
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E
ste recorrido es básicamente el mismo que realizó el emperador Carlos V en su última etapa hacia su definitivo retiro en el
monasterio de yuste. El camino existía previamente, Pero fue acondicionado para el viaje que el Rey efectuó el 12 de noviembre
de 1556.
Este camino, que estaba perdido, fue recuperado en 1985 por los veteranos e infatigables montañeros abulenses . Aurelio Delgado
y Alberto Muñoz, asi como la toponimia. El itinerario va desde la localidad de Tornavacas hasta Jarandilla de la Vera, y es
necesario tener un coche de apoyo en éste último pueblo.
Se encuentra Tornavacas, en los inicios del Valle del Jerte, famoso por la deslumbrante hermosura que alcanza cuando florecen
sus innumerables cerezos, y se llega a él por la carretera N-110.
Partimos del Ayuntamiento de Tomavacas por la calle Mayor bajo. Esta calle ha sido cordel de ganado hasta época reciente,
pero actualmente se ha desviado el cordel por las afueras.
Pasamos por delante de la casa donde se dice durmio el Emperador, en el nº 23, y después por un coqueto puentecillo sobre
el rio Jerte, con pedestal y hornacina. Al final de la calle se encuentra un cartel indicador de la ruta, la cual está señalizada con
marcas de pintura en blanco y rojo, a las que se ha de prestar atención, pues en algunas zonas dudosas nos sacarán del apuro.
Descendemos por asfalto y, tras dejar a un lado una especie de capilla, se vira a la izquierda hacia el río Jerte para cruzarle por
un puente. Pasado el puente se gira a la derecha, marchamos a la vera de unos espectaculares bancales, y pronto se vuelve a
virar a la diestra, abandonando el asfalto, para tomar un sendero. Este va en constante y suave descenso, guardando un cierto
paralelismo con el río, entre cerezos y algún que otro nogal.
A los treinta y cinco minutos se cruza el puente de San Martín, bajo el cual corren las aguas de la garganta del misno nombre.
Continuamos bajando, ahora por pista cementada y rodeados de cerezos, para poco después pasar sobre el arroyo de la Teja,
donde comienzan a desaparecer momentáneamente los cerezos y en su lugar aparece un joven melojar, a la vez que el camino vuelve
a ser de tierra.
A la hora de marcha entramos en terreno más bravo, a la par que comenzamos a subir un poquito, Después, un desvio señalizado
a mano derecha nos hace atravesar la Gargantilla Honda, y el sendero gana altura por terrenos baldíos, en unas "z".
Poco más tarde el camino se ensancha y se adentra en un robledal, ofreciendonos una magnífica panorámica del pueblo de Jerte.
Tras cruzar un arroyuelo aparecen ya los primeros castaños entre los robles. Poco a poco los castaños se adueñan del terreno,
la vegetación se vuelve más densa y el camino se empina entre el sucio, espeso y bello castañar. En éste, los ejemplares centenarios
han sido talados, y de sus viejos tocones han surgido los jóvenes brotes que tapizan la ladera.
Superado el castañar (2 h y 20 min. de marcha), se llega al collado de la losa, donde atravesamos una pista de tierra, e iniciamos
un descenso, virando a la izquierda, hacia la gargania del invierno.
Marchamos entre robles y se deja a un lado la majada de la Venta. En una bifurcación tomamos el ramal de la izquierda, para
pronto virar a la diestra y tomar un sendero que, entre helechos,robles y tramos empedrados, nos lleva al puente Nuevo (2 h y 45 e marcha).
Hermoso puente ancestral, con dos arcos de medio punto por donde pasó la comitiva del Emperador. Por debajo de el fluyen
las limpias aguas de la garganta de la Serrá, que un poquito más abajo se juntan con las de la garganta de las Yeguas,
formando con su uníón la garganta del infierno,
En la continuación se vira a la diestra, y se gana altura por un sendero empedrado y serpenteante, que media hora más tarde
nos lleva a la fuente de los Zarzallones. Tras remontar otro se llega al collado de la Encinilla (1.165 m) a las 3 horas y 45 minutos
de marcha. Aquí el camino hace un descansillo y nos muetra el profundo encauzamiento de la garganta de Las Yeguas.
El entorno está adornado por unas pequeñas, achaparradas y bellas encinas.
Seguimos avanzando para dar con la fuente de Los Robles Coloraos cuyos alrededores en primavera están plagados de
gamones (hodelus albus). En la citada estación todo el recorrido ofrece una gran variedad de flores. Poco tiempo después (4 h y 25
min. de marcha) se llega a la copiosa fuente de Peña lozano, cerca de la majada del mismo nombre. Una media hora más
tarde, el camino pasa por un brevísimo rellano a cuya diestra hay unas peñas accesibles. Es recomendable encaramarse a ellas
y asomarse al precipicio. El abrupto e impresionante callejón que muestra aquí la garganta de las Yeguas es de una belleza
impactante. A las 5 horas y 10 minutos de ascensión se llega a una extensa planicie cubierta de brezo; es el lugar conocido
como las Colmenillas. Desde aqui se ve, a la diestra, el collado de las Yeguas, por donde el sequito Imperial atravesó la
sierra de Tormantos.
El camino se abre a duras penas entre la espesura del matorral y luego, tras cruzar dos arroyuelos, desemboca en una explanada
de pastizal para virar a la diestra y pasar las inmaculadas aguas de la garganta de las Yeguas en el límite arbóreo. luego se
trepa por la ladera y tras un corto faldeo se alcanza el Puerto de la Yeguas (1.479 m) en 5 horas y 45 minutos de marcha.
Según los historiadores, al pasar este collado el Emperador dijo estas premonitorias palabras: 'Ya no franqueará otro puerto
que el de la muerte". Desde aquí se tienen vistas al Sur de la superficie sin fin de la Vera extremeña. Vemos los pueblos de
Aldeanueva de la Vera y Cuacos de Yuste, en cuyas proximidades se encuentra el Monasterio de Yus te, donde falleció el
emperador Carlos V en septiembre de 1558.
En la continuación se desciende faldeando un poco a la izquierda, y se pasa por un colladito que nos mete en la "V" de la
garganta del Yedrón. Bajamos ahora por una ladera cubierta dei piorno y cantueso, pasamos al lado de la fuente del Beato,
y más tarde cruzamos el cauce de la citada garganta. Casi imperceptiblemente el camino va virando a la siniestra alejándose de
la garganta dejando a la diestra los Praos Poyos, unos prados con muros de piedra Y algún que otro roble. Al fondo se ve
Jarandilla de la Vera
A la, 7 horas y 30 minutos vemos a mano derecha una roca pintada que nos indica donde está la fuente del Santo Nuncio,
cuyos veinte pilones se hallan situados en la zona conocida como Mingamol. A Poco de dejar atrás la fuente se ve el pueblo de
Guijo de Santa Bárbara. Seguimos descendiendo para adentrarnos en un melojar hasta llegar a la carretera local que va desde
las carretera local de Jarandilla hasta Guijo. En la carretera viramos a la izquierda, marchamos por ella unos cincuenta metros,
y luego hay que desviarse a la derecha por un camino cementado que va entre paredes de Piedra. Atravesamos la garganta de
Jaranda por el bonito puentede los Palos, Y tras bordear el Camping de Jaranda llegamos a Jarandilla (8 h y 30 min. de marcha aproximadamente).
Durante su estancia en Jarandilla, el emperador Carlos V hospedó en el Castillo del Conde de Oropesa, actual Parador de turismo,
hasta que terminaron de habitarle sus aposentos el el Monasterio de Yuste.
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